Sobre "Agonía de ojos negros"... por Eduardo Casar.
Tiene usted en sus manos la posibilidad de una experiencia
insustituible: la lectura de un auténtica “novela lírica”, original y
perturbadora. Se trata de una especie de poema de amor que se despliega
narrativamente, con pocos personajes y en una situación límite, una situación
extrema donde se va de la vida a la muerte, y de la memoria al olvido.
El amor, esa entidad tan compleja e intensa que han creado
los seres humanos, explora y exhibe en esta novela precisamente sus matices,
aquello que lo hace vivo, interesante, imprevisible. Las historias de amor a
las que nos han acostumbrado las narrativas de los medios masivos y la cultura
visual de nuestra época, suelen ser bipolares, maniqueas y contundentes: en
cambio aquí, en Agonía de ojos negros,
Irma Zermeño ha construido un “amor constante más allá de la muerte”; su
lenguaje, poético y profundamente emotivo, va cincelando un universo que se
enfoca desde dentro de un estado de coma (en uno de los personajes), hasta afuera
de un insólito estado de paciencia. Y a todo ello lo une, curiosamente, una
fuerte sensualidad, donde, además de la piel (esa hermosa superficie del alma),
es el olfato el otro hilo conductor, como un rastro invisible del deseo.
El estilo de la autora nos invita a la interpretación, a la
reflexión sobre nuestra propia condición humana. Aquí está ya la partitura:
anímese a ejecutarla.
Eduardo Casar
Agonía de ojos negros.
ResponderEliminarNovela.
Editorial M.A.Porrúa
México, D.F. 2012.