viernes, 13 de agosto de 2010

Luna gitana

Yo era la luna

cuando la negra noche te devoraba deprisa,

los apagados ojos asomaron por mi reflejo

y encontraron.


Fui la luna de noches inmensas

cuando buscaste por entre mis ojos,

cuando creìste saberlo,

confirmaste, derramaste cada gota

y te vaciaste de anhelo.



Soy la luna cuando a oscuras me buscas,

devastado de silencio, de abismo, de ausencia.



La luna que asoma entre los dientes

la que, llena, te besa entre sueños y evita tu vigilia,

la que, menguante, te acuna, sostiene y devuelve la fe

la que, nueva, te mece en su brillo y te motiva

la que, creciente, te arropa

la misma luna y otra.

Otra y la misma.



La que vigila tus costados, la que te alumbra,

la que recuerda y recuerdas.



Los ojos parecían hechos de luna,

apenas dos rayos entreabiertos.

La sonrisa era lunar,

no le cabía en los labios.



En tiempo sin tamaño, en presente sin nombre

yo era la luna de matices absolutos y aristas nebulosas,

de habitantes misteriosos.



Una y todas,

una y la misma,

la nueva y la de siempre, la creciente, la menguante, la llena.



La que vuelve siempre, luna como ola,

luna de olas, de tiempos y cambios

la que asoma entre las cuerdas del cello

la de noches infinitas, tiempos sin historia y corazones sin miedo.



Quien da pasos en la senda del cielo

la de tardes lerdas que se arrastran,

de amaneceres tibios,

palabras sin duda y colores palpitantes.



Luna de voces antiguas,

de pieles sin aroma, nubes al sur y vientos que susurran.



Fui la luna de voz colorida, la sin nombre

la que cambia de piel a cada instante

la llama que arde en tu piel primera, el destello que te nombra

allá, afuera, allá muy dentro.



Luna que relumbra tu ardor

cuerno de filos antiguos, entreclaro que arde.



Cuarto de luna,

el mismo que vio caer las ropas, los silencios, los miedos

para encontrarla luna en lleno

la que sabías plena:

casi un soplo, respiro en espera.



Luna de ayer y de antes de antes

luna de esta noche, luna de quédate siempre

luna de no te vayas, luna de te espero.



Soy la luna de besos que no acaban

de brazos que tiemblan, que se alargan.

Misionera errante plena de olvidos,

sin tregua, sin afanes, sin pasado.



La cerca de tus recuerdos,

baranda de tus sueños

la farola de lo oscuro a lo oscuro.



Seré la luna si la pides, si la buscas,

seré la tuya, la que tienes, la inconstante.



Luna desnuda que monta al sueño entre ansia y prisa,

criatura de grieta abierta, de lluvia en espera, la orilla de los besos.

Luna mujer, luna, laberinto de mujer,

luna abierta, hechicera de miradas,

principio y fin y camino al medio.



Era, fui y soy luna gitana al borde de tu anhelo.

 
Irma Zermeño (c)Todos los rerechos reservados

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